¿Es el desempeño pasado una garantía de resultados futuros?
El efectivo es el rey. Esta es una frase que llevamos tiempo escuchando en los medios de comunicación, especialmente teniendo en cuenta el elevado nivel actual de los tipos de interés a corto plazo. Como resultado, muchos inversores han optado por salir de los mercados y aumentar sus asignaciones a efectivo dentro de sus portafolios. ¿Pero realmente el efectivo es el rey?