América Latina y el litio están entrelazados en una relación naciente. Se estima que, de los 89 millones de toneladas de reservas de litio en el mundo, el 60% de ellas se encuentran en América Latina. La mayoría de estos depósitos, más del 55% del total de depósitos globales, se encuentran en una región conocida como el “Triángulo del Litio”, compuesta por Chile, Argentina y Bolivia. Como podemos ver en el gráfico anterior, aproximadamente el 24% de los recursos de litio se encuentran en Bolivia, el 22% en Argentina y el 11% en Chile. México, Brasil y Perú también participan en la mezcla, ya que estos tres países combinados representan alrededor del 4% de los recursos globales.
Sin embargo, no todas las reservas de litio son iguales. Las materias primas necesarias para la creación de litio generalmente provienen de dos fuentes: una roca mineral llamada espodumena y una salmuera a base de sal – o brine, como se le conoce en inglés. A partir de 2020, el 65% de la producción de litio provino de espodumena, el 33% de brine y el 2% de otras fuentes.La mayor parte de la producción de espodumena se encuentra en Australia, mientras que la producción de salmuera se encuentra principalmente en las salinas de Chile y Argentina. Es debido a los recursos presentes en estas salinas, que el “Triángulo de Litio” tiene el potencial de tener un gran impacto en la región.
Dicho esto, el litio puede ser difícil y costoso de producir, particularmente en regiones que requieren minería intensiva. Esto podría explicar por qué ciertos países, como México, están teniendo un éxito limitado en el desarrollo de esta industria. En un informe reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Secretario General Adjunto de la ONU y Director Regional del UNDP – por sus siglas en inglés- para América Latina y el Caribe señaló que los expertos de la industria creen que “el costo marginal de producir litio refinado de carbonato e hidróxido oscilaría entre $6,000 y $8,000/tonelada hasta 2036”. (Luis Felipe López-Calva, UNDP, 2022). Este nivel de costos plantea limitaciones para el desarrollo de reservas en ciertos países de la región. Cuando comparamos las reservas potenciales que podrían extraerse, con lo que los países realmente están produciendo, podemos ver los efectos de estos altos costos de producción. Por ejemplo, como señalamos antes, Bolivia representa el 24% de los depósitos mundiales de litio, con Argentina y Chile en el 22% y el 11% respectivamente. Sin embargo, los datos del U.S. Geological Survey, publicados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pintan una imagen muy diferente con respecto a la producción real. Como podemos ver en este gráfico, a pesar de representar la mayor cantidad de reservas en el mundo a partir de 2021, Bolivia representó el 0% de la producción mundial de litio. Por otro lado, representando solo el 11% de las reservas, Chile representó el 25% de la producción mundial. Entonces, ¿por qué esta discrepancia?
Gracias a su geografía, Chile contiene gran parte del desierto de Atacama. Como resultado, el país tiene unos de los mejores depósitos de salmuera de litio en el mundo, que nuevamente, debido a una geografía favorable, se puede producir a costos relativamente más bajos que en otras regiones. Además, la proximidad del país al Océano Pacífico le da acceso fácil a los puertos, desde donde el producto puede ser exportado a Asia. Por estas razones, Albemarle y Sociedad Química y Minera de Chile, dos de los mayores productores mundiales de litio, mantienen operaciones grandes en el país. Sin embargo, los permisos y otras restricciones regulatorias representan un desafío para el crecimiento de la producción en Chile, así como en otros países de la región.
Reservas Globales de Litio
Fuente: United Nations Development Program,
U.S. Geological Survey, Insigneo, 2022
El nacionalismo de recursos naturales es otra dinámica que estamos viendo desempeñar un papel en la limitación de la producción de litio en la región. Temiendo la influencia de otros países en sus reservas, países como Bolivia y México están presionando para la creación de un “Cartel de Litio” similar a la OPEP, para actuar como grupo en la fijación de precios para el producto.Sin embargo, este intento de establecer controles de precios podría resultar perjudicial para algunos países de la región, ya que no todas las reservas de litio y sus requisitos mineros son iguales. Además, dado el entorno político fluctuante de la región, esto también podría agregar una capa adicional de complejidad a un contexto de precios ya volátil para el producto.
El precio del litio está dictado por diferentes variables en diferentes mercados. Después de que el litio se extrae de la espodumena o se produce a partir de salmuera, las materias primas deben procesarse en carbonato de litio o hidróxido de litio, los productos químicos que se utilizan para crear baterías. Aproximadamente, el 65% de este proceso tiene lugar en China. Como resultado, los precios varían según el tipo y la calidad del material, así como el mercado donde se produce o procesa.
Como podemos imaginar, la demanda de litio ha aumentado en la última década, ya que la demanda de vehículos eléctricos ha crecido en todo el mundo. La demanda ha aumentado de manera significativa en América del Norte y Asia, particularmente en los Estados Unidos y China. Como era de esperar, esto ha impulsado los precios del litio por las nubes. Los precios de algunos de los componentes químicos necesarios para producir el material se encuentran mucho más caros de lo que han estado en los últimos 5 años. Sin embargo, en los últimos meses, los precios de litio han retrocedido un 20%, desde sus máximos, particularmente en China. Esta última caída fue causada por una menor demanda en ese país. En nuestra opinión, los precios podrían seguir siendo volátiles en el corto plazo. Sin embargo, la dinámica de la oferta y demanda de litio sigue siendo favorable, y aunque los precios podrían bajar temporalmente desde niveles elevados, es muy probable que su tendencia continúe apuntando al alza a largo plazo.
Reservas Globales de Litio
Fuente: United Nations Development Program, U.S. Geological Survey, Insigneo, 2022
Como mencionamos anteriormente, la mayor parte del procesamiento de litio crudo a productos terminados ocurre en China. Tanto Estados Unidos como China están interesados en aumentar la cantidad de instalaciones de procesamiento en América Latina. Estados Unidos, por ejemplo, está interesado en esta dinámica por dos razones. En primer lugar, existe la ventaja geográfica de tener el litio completamente procesado cerca de los mercados finales en casa. Empresas como Albemarle ya tienen presencia en el país, pero otras compañías también están haciendo incursiones, como lo demuestra la planta de procesamiento de litio de Tesla, recientemente anunciada en Texas.
Sin embargo, y probablemente más importante, el procesamiento de litio en América Latina reduciría la dependencia del país en China. Como podemos imaginar, diversificar su base de producción y procesamiento tiene implicaciones importantes para los Estados Unidos, desde un punto de vista de seguridad nacional.
Si América Latina adopta políticas que creen un entorno benigno para los productores de litio, la región podría verse muy beneficiada por del aumento de la demanda a largo plazo de este producto. Si, en cambio, los gobiernos promulgan políticas que dificulten que las empresas se establezcan en la región, los beneficios de este recurso natural podrían ser limitados. Está claro que todas las partes interesadas tienen que obtener algún tipo de beneficio de la abundancia de litio en la región. Un compromiso que favorece a todos los involucrados es clave. ■
Mauricio Viaud – Insigneo PM y Estratega de Inversión Senior Insigneo